Junto con el plazo del préstamo, el tipo de interés determina la cuantía total del préstamo y por ende la cuota mensual a pagar hasta amortizar el préstamo.
Diferenciamos:
• Tipo de interés fijo: no varía durante todo el préstamo hipotecario. Las fluctuaciones de la economía no le afectan. Directamente relacionado, el plazo de amortización suele ser menor en los préstamos con tipo de interés fijo. En estos préstamos, en caso de bajar considerablemente los tipos de mercado, cabe la posibilidad de renegociar las condiciones con la entidad de crédito o incluso una cancelación anticipada no exenta de las comisiones de cancelación.
• Tipo de interés variable: se revisa semestral o anualmente tomando como base de referencia pactada el Euribor. En este caso sí que afectan las fluctuaciones de la economía, por lo que puede beneficiarse de las bajadas de tipos, pero también puede que le perjudiquen las subidas.
• Tipos de interés o figuras mixtas: surgen para paliar los defectos de los anteriores y adaptarse a las necesidades reales de los deudores hipotecarios.